Andando o corriendo. Os presentamos hoy una ruta carismática, la ascensión al Yelmo, uno de los montes más conocidos de la Pedriza que preside cualquier imagen de Manzanares el Real con su redonda superficie. Desde el pueblo puede iniciarse la ascensión desde la Urbanización El Alcornocal o desde el parking del Tranco. Llegados al Restaurante Casa Julián encontraremos unas escaleras de entrada a un sendero marcado con líneas blancas y amarillas. La ruta no tiene pérdida. Simplemente hay que seguir este sendero, de piedras y tierra y en el que encontraremos algunas rampas para llegar a nuestro objetivo. Tras media hora de subida podremos descansar en una pequeña pradera que presenta la senda, el Mirador del Tranco. Allí podremos recuperar el aliento y gozar de las impresionantes vistas de Manzanares el Real, el embalse de Santillana y el Castillo de los Mendoza.
Siguiendo la senda y unos 35 minutos más tarde, nos habremos ganado un segundo descanso, la Gran Cañada, más conocida como La pradera. Una extensión llana de más de un kilómetro desde en la que, en los días más claros, puede divisarse hasta Madrid. La Pradera es un buen sitio para hacer un largo descanso y contemplar a los escaladores trepar por la interminable pared vertical de más de 100 metros de altura que presenta la cara visible del Yelmo.
El camino hacia la cumbre está señalizado con marcas. Continuaremos subiendo otra media hora hasta llegar a un tercer descansillo, una zona de grandes piedras desde donde se divisa la cima y donde nace el estrecho paso conocido como La Chimenea, el único acceso a la cumbre si no se desea escalar. Desde allí y hasta el final de la marcha hay otros 25 minutos. En total la subida será de dos horas, en las que habremos salvado un desnivel de unos 600 metros en un recorrido de 3,5 kilómetros.
Para volver, podremos elegir el mismo itinerario y desandar el camino realizado, bajando de nuevo hasta La Pradera donde encontraremos la senda señalizada con las consabidas marcas blancas y amarillas. Se trata de un camino bastante tortuoso y resbaladizo, en el que debemos tener cierta precaución para no caernos ya que, en ocasiones, caminaremos sobre arena suelta o tierra muy húmeda si ha habido lluvias recientes.
Siguiendo la senda y unos 35 minutos más tarde, nos habremos ganado un segundo descanso, la Gran Cañada, más conocida como La pradera. Una extensión llana de más de un kilómetro desde en la que, en los días más claros, puede divisarse hasta Madrid. La Pradera es un buen sitio para hacer un largo descanso y contemplar a los escaladores trepar por la interminable pared vertical de más de 100 metros de altura que presenta la cara visible del Yelmo.
El camino hacia la cumbre está señalizado con marcas. Continuaremos subiendo otra media hora hasta llegar a un tercer descansillo, una zona de grandes piedras desde donde se divisa la cima y donde nace el estrecho paso conocido como La Chimenea, el único acceso a la cumbre si no se desea escalar. Desde allí y hasta el final de la marcha hay otros 25 minutos. En total la subida será de dos horas, en las que habremos salvado un desnivel de unos 600 metros en un recorrido de 3,5 kilómetros.
Para volver, podremos elegir el mismo itinerario y desandar el camino realizado, bajando de nuevo hasta La Pradera donde encontraremos la senda señalizada con las consabidas marcas blancas y amarillas. Se trata de un camino bastante tortuoso y resbaladizo, en el que debemos tener cierta precaución para no caernos ya que, en ocasiones, caminaremos sobre arena suelta o tierra muy húmeda si ha habido lluvias recientes.
Ruta dificultad: Media
Distancia aproximada: 9 km.
Tiempo estimado recorrido andando:4h/ 30minutos.
Tiempo estimado recorrido corriendo:2h.
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