El embalse de Santillana conforma uno de los paisajes más destacados de Manzanares el Real. Situado enfrente del Yelmo, comparte con la montaña un entorno lleno de belleza y contrastes. Tiene una superficie de más de 1.000 hectáreas y una capacidad de 91 hectómetros cúbicos.
El camino que lo bordea es diariamente transitado por un buen número de amantes del deporte y de la vida al aire libre. Es el lugar ideal para pasear con la familia, para iniciarte en la carrera continua, montar en bicicleta o patinar.
El camino hacia el pantano nace de la Glorieta del Montañero a medio kilómetro de la Plaza del Ayuntamiento en dirección al Boalo. Sus primeros metros transcurren entre dos praderas en las que los más pequeños disfrutarán contemplando o dando de comer a los caballos.
Siguiendo el mismo camino encontraremos un Club Hípico Privado y unos metros más adelante ya divisaremos el puente que cruza todo el embalse. Una vez cruzado, el camino se bifurca. De frente se elevan unas buenas pistas para la práctica del mountainbike, a la derecha la pista que sube a la Cuesta Revenga y a la derecha, el camino que bordea el pantano y que ofrece un paisaje inmejorable para transitar. Justo en ese punto hay un mirador en el cual se pueden observar los diferentes tipos de peces que pueblan el pantano. Allí también está la entrada para los pescadores que deben haber sacado previamente su licencia de pesca en el pueblo.
Al cruzar la cadena tenemos unos 2 km hasta llegar a una puerta metálica donde está la entrada a una finca privada por la que ya no se puede transitar.
En este trayecto se contempla perfectamente toda la belleza de la Pedriza reflejada en el agua del pantano, así como el Pueblo de Manzanares el Real con su famoso castillo del Siglo XVI. Un camino lleno de sensaciones, olores y unas preciosas vistas que no olvidará.
El camino que lo bordea es diariamente transitado por un buen número de amantes del deporte y de la vida al aire libre. Es el lugar ideal para pasear con la familia, para iniciarte en la carrera continua, montar en bicicleta o patinar.
El camino hacia el pantano nace de la Glorieta del Montañero a medio kilómetro de la Plaza del Ayuntamiento en dirección al Boalo. Sus primeros metros transcurren entre dos praderas en las que los más pequeños disfrutarán contemplando o dando de comer a los caballos.
Siguiendo el mismo camino encontraremos un Club Hípico Privado y unos metros más adelante ya divisaremos el puente que cruza todo el embalse. Una vez cruzado, el camino se bifurca. De frente se elevan unas buenas pistas para la práctica del mountainbike, a la derecha la pista que sube a la Cuesta Revenga y a la derecha, el camino que bordea el pantano y que ofrece un paisaje inmejorable para transitar. Justo en ese punto hay un mirador en el cual se pueden observar los diferentes tipos de peces que pueblan el pantano. Allí también está la entrada para los pescadores que deben haber sacado previamente su licencia de pesca en el pueblo.
Al cruzar la cadena tenemos unos 2 km hasta llegar a una puerta metálica donde está la entrada a una finca privada por la que ya no se puede transitar.
En este trayecto se contempla perfectamente toda la belleza de la Pedriza reflejada en el agua del pantano, así como el Pueblo de Manzanares el Real con su famoso castillo del Siglo XVI. Un camino lleno de sensaciones, olores y unas preciosas vistas que no olvidará.
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